En este contexto, la democracia comienza a interrelacionarse
con estas nuevas herramientas generando espacio de debate que fomenta la
actividad cívica de los habitantes fortaleciendo los lazos de representatividad
y consenso.
De esta forma, los valores republicanos como participación y
rendición de cuentas se funden con los principios inspiradores de la llamada
Web 2.0 que son la transparencia, la apertura
y la colaboración. Poco a poco los principios que rigen esta nueva cultura 2.0 se
incorporan a la cotidianeidad de la vida moderna y se convierten en pilares de
la sociedad de la información.
Uno de los aportes fundamentales para el cambio
cultural que nos permiten estas tecnologías se encuentra en la metodología de
funcionamiento que permite, esto es el trabajo en redes. El uso de ellas
fomenta el intercambio de ideas, un trabajo mas cooperativo, mayor
participación para la toma de decisiones, el acercamiento de las demandas de
los ciudadanos al estado, en definitiva una ampliación del concepto de
democracia participativa.
Muchas iniciativas han prosperado en los últimos años en
diferentes ámbitos estatales promoviendo mecanismos para acercar la gestión
cotidiana. Así las cosas, en todos los gobiernos existen áreas que coordinan y
llevan adelante proyectos articulados mediante plataformas como Internet,
youtube, twitter, wikis o blogs. También se han comenzado a utilizar los
dispositivos móviles para acercar la gestión a la ciudadanía, con canales
abiertos para realizar gestiones, denuncias, reclamos y trámites o aplicaciones
utilizables desde teléfonos celulares, PDA, computadoras portátiles. Además, se
encuentra extendido el uso de redes sociales por funcionarios, que permiten un
intercambio directo desde la gestión.
La innovación y el dinamismo son características necesarias
para el desarrollo de estos conceptos. La incorporación a los programas de
gobierno de instancias de consulta o la utilización de estas herramientas
puestas al servicio de una democracia con mejor calidad institucional son parte
de la nueva era del estado moderno. Asimismo, como contrapartida, resulta mayor
el compromiso requerido al ciudadano.
Estos mecanismos de participación cobran día a día mayor
protagonismo y se encuentran en expansión. Si bien todavía debemos seguir trabajando
por eliminar la brecha digital, muchas de estas iniciativas pueden utilizarse
como mecanismos de inclusión, facilitando el acceso a la información y difusión
de actividades del Estado.
Un estado moderno implica una gestión puesta al servicio de
los ciudadanos y con acceso a sus servicios. Para ello, herramientas de estas
características, resultan relevantes para la generación de nuevos espacios de
participación ciudadana y mayor legitimidad para la toma de decisiones.
Excelente Nota, comparto plenamente la importancia del fenómeno denominado 2.0 esto, nos da cuenta que nos encontramos ante un cambio de paradigma en la comunicaciones, mucho más abierto participativo y pluralista, creo que para el sistema republicano esto es fundamental
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